Obtener un préstamo con la actual situación económica y financiera en un país como España no es algo que resulte nada fácil a menos de que se tenga un contrato indefinido con un buen salario o se pertenezca a algún ente público. Si ya de por sí es complicado, imaginemos que el individuo que va a solicitar el préstamo está incluido en una de las lista de morosos oficiales. Dichas listas son más conocidas como RAI y ASNEF e incluyen a día de hoy a unos 3 millones de personas que tienen pagos pendientes con cualquier tipo de entidad o empresa. Cuando una persona está incluida en cualquiera de estas dos listas, es oficialmente un moroso y ha de tener en cuenta que le va a conllevar severos problemas a la hora de realizar cualquier tipo de solicitud de carácter financiero en las entidades bancarias.
Los bancos viven del dinero que los clientes depositan en ellos y del mismo modo que los clientes prestan su dinero al banco para que este pueda realiza inversiones a lo largo de todo el mundo y obtener rendimientos, el banco también ofrece la posibilidad de prestar dinero a sus clientes con el fin de satisfacer las necesidades monetarias de sus clientes, al tiempo que recibe una suculenta compensación en forma de intereses. Toda esta situación resulta idílica hasta el momento en el que el cliente acude al banco a solicitar un préstamo y el banco tras comprobar su situación, se percata de que este cliente está inscrito en alguna de las listas oficiales de morosos existentes en España, RAI o ASNEF. En ese preciso momento el banco le cierra todas las oportunidades que el cliente tiene de obtener un préstamo. Los bancos nunca van a poner en riesgo su propio capital con préstamos en los que el cliente se catalogue como “potencialmente riesgoso” y menos aún con un moroso oficial. En todas las operaciones de préstamo de capital, las listas de morosos oficiales van a jugar un papel fundamental a la hora de conceder o no el capital solicitado.
Una opción interesante para los clientes que deseen obtener capital prestado pero que en las entidades financieras se lo rechazan de manera continua es la opción del capital privado que facilitan distintos prestamistas de manera particular. En este tipo de préstamos las condiciones de concesión también van a exigir determinados requisitos pero no es evidentemente lo mismo acudir a solicitar un préstamo de capital privado si se está en las listas de RAI o ASNEF con una deuda de 500 euros que si se está con una deuda de 1 millón de euros. Los prestamistas de capital privado serán bastante más flexibles con aquellas personas que estén en estas listas con cantidades pequeñas que con aquellas personas solicitantes y que posean deudas de mucho más dinero. El principal problema es que los prestamistas de capital privado saben de sobra que la situación de un cliente que acude a ellos es bastante desesperada debido a que previamente habrán intentado la financiación por medio de entidades financieras comunes como son los bancos y habrán recibido un no por respuesta. Debido a ello se aprovechan imponiendo unos tipos de interés elevados y acordes al riesgo que puede suponer el prestar dinero a una persona que está incluida en cualquiera de las listas de morosos oficiales de España.
Para los expertos, el capital privado para préstamos personales es sinónimo de situación límite y siempre se recomienda agotar cualquier otra vía posible antes de recurrir a esta opción que a la larga puede salir mucho más cara. La mejor recomendación que aportan es tratar de solucionar la actual situación de las listas oficiales de morosos para poder salir de ellas y después acudir a un banco con la firme esperanza de que nuestra solicitud sea concedida. Al fin y al cabo, como última opción siempre quedará el préstamo de capital privado.
El capital privado para particulares suele ser la única salida para diferentes situaciones, los particulares optan por el capital privado en las siguientes casos:
Optar por el capital privado es en la mayoría de casos la última opción para muchas personas a la hora de detener un proceso de embargo.
El capital privado supone una última opción para poder cancelar un proceso de subasta y tratar posteriormente de recuperar los bienes.
Obtener una hipoteca si se pertenece a alguna de las listas de morosos oficiales, RAI o ASNEF se antoja muy difícil. Se tendrá que recurrir al capital privado.
Obtener un préstamo personal cuando se está presente en las listas oficiales de morosos, RAI o ASNEF supone un gran impedimento que nos hará recurrir al capital privado.
Refinanciar las deudas consiste en agrupar todos aquellos préstamos personales y demás deudas y reunificarlas bajo un préstamo de tipo hipotecario reduciendo la cuota y alargando el tiempo de amortización.
Las hipotecas puente se utilizan fundamentalmente cuando los individuos desean cambiar de vivienda y necesitan dinero para hacer frente al pago de la nueva vivienda pero aún no han vendido su actual inmueble.
El capital privado para las empresas es una fuente muy importante a la hora de solicitar cualquier tipo de financiación. El capital privado supone una gran opción para la ellas.
Capital privado que trata de desarrollar, potenciar y asentar una empresa, la cual no cotiza en bolsa por el momento. Más tarde cuando cotice se obtendrán los esperados beneficios.
Es el capital privado necesario para realizar un proyecto determinado dentro del ámbito empresarial como puede ser desde la constitución de una empresa como el desarrollo de un nuevo producto.
Los fondos de inversión de capital privado son una buena opción para todas aquellas personas que poseen grandes cantidades de dinero y desean invertirlo y así obtener unos rendimientos derivados de dichas operaciones. Existen diversos tipos de fondos de inversión con capital privado.